Frecuencia cardíaca normal según la edad
La frecuencia cardíaca, o el pulso, indica la rapidez o lentitud de los latidos del corazón. Una frecuencia cardíaca lenta puede ser normal, pero puede ser señal de un problema. En esta página se explica la diferencia entre una frecuencia cardíaca lenta normal y una anormal, y qué hacer.
La bradicardia es una frecuencia cardíaca más lenta de lo normal. La frecuencia cardíaca normal de un adulto en reposo es de entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm). Si tiene bradicardia, su corazón late menos de 60 veces por minuto. Las personas que están físicamente muy en forma pueden tener una frecuencia cardíaca tan baja como 40 lpm. Pero en las personas que no están físicamente muy en forma, la bradicardia suele ser un signo de problemas en el corazón.
Si tienes una frecuencia cardíaca inferior a 60 y no estás excepcionalmente en forma, es importante que acudas a tu médico. Puede ser útil anotar las veces que notes que tu corazón va lento y cómo te sientes en ese momento.
Cuando acuda a su médico, éste le medirá la frecuencia cardíaca. Es posible que tu frecuencia cardíaca haya vuelto a la normalidad, por lo que es conveniente que lleves un registro de los momentos en que experimentas bradicardia o síntomas relacionados.
Pulso bajo 48
Actual a partir de: 31 de agosto de 2020 Autor: Revisión médica del personal de Healthwise: E. Gregory Thompson MD – Medicina Interna Martin J. Gabica MD – Medicina Familiar Kathleen Romito MD – Medicina Familiar Adam Husney MD – Medicina Familiar John M. Miller MD, FACC – Cardiología, Electrofisiología
Revisión médica: E. Gregory Thompson MD – Medicina Interna & Martin J. Gabica MD – Medicina Familiar & Kathleen Romito MD – Medicina Familiar & Adam Husney MD – Medicina Familiar & John M. Miller MD, FACC – Cardiología, Electrofisiología
Esta información no sustituye el consejo de un médico. Healthwise, Incorporated, rechaza cualquier garantía o responsabilidad por el uso de esta información. El uso de esta información significa que usted está de acuerdo con los Términos de Uso. Conozca cómo desarrollamos nuestro contenido.
Síntomas de la bradicardia
La bradicardia (también bradicardia sinusal) es una frecuencia cardíaca lenta en reposo, normalmente por debajo de 60 latidos por minuto (LPM) según se determina en un electrocardiograma[1]. Se considera una frecuencia cardíaca normal durante el sueño, en adultos jóvenes sanos o ancianos, y en atletas[1].
En algunas personas, la bradicardia por debajo de 60 LPM puede estar asociada a la fatiga, la debilidad, los mareos, la sudoración y los desmayos[1] El término “bradicardia relativa” se utiliza para referirse a una frecuencia cardiaca más lenta que la frecuencia cardiaca en reposo típica de un individuo. Los atletas pueden padecer el síndrome del corazón del atleta, que incluye la bradicardia como parte de las adaptaciones cardiovasculares al entrenamiento y la participación[2].
Las bradicardias auriculares se dividen en tres tipos. El primero, la arritmia sinusal respiratoria, suele darse en adultos jóvenes y sanos. La frecuencia cardíaca aumenta durante la inhalación y disminuye durante la exhalación. Se cree que está causada por cambios en el tono vagal durante la respiración[4].
La bradicardia sinusal es un ritmo sinusal de menos de 60 BPM.[1] Es una condición común que se encuentra tanto en individuos sanos como en aquellos considerados atletas bien acondicionados.[1] Los estudios han encontrado que el 50-85% de los atletas acondicionados tienen bradicardia sinusal benigna, en comparación con el 23% de la población general estudiada.[5] El músculo cardíaco de los atletas tiene un mayor volumen de carrera, por lo que requiere menos contracciones para hacer circular el mismo volumen de sangre.[4]
Bradicardia
El músculo cardíaco es el encargado de hacer circular la sangre por todo el cuerpo. Cuando el corazón no funciona como debería y desarrolla una frecuencia cardíaca anormalmente lenta, inferior a 60 latidos por minuto, la afección se conoce como bradicardia.
El principal síntoma de la bradicardia es una frecuencia cardíaca inferior a 60 latidos por minuto. Esta frecuencia cardíaca anormalmente baja puede hacer que el cerebro y otros órganos se queden sin oxígeno, lo que puede provocar síntomas como:
El diagnóstico de la bradicardia suele comenzar con la elaboración del historial médico y la realización de un examen físico. Durante el examen físico, el médico escuchará el corazón del paciente para detectar si hay una frecuencia cardíaca anormal. También se pide a los pacientes una descripción detallada de sus síntomas. Los síntomas pueden sugerir la presencia de bradicardia. Si es así, o si se observa una frecuencia cardíaca anormal, el médico puede solicitar un electrocardiograma para confirmarlo. Un electrocardiograma es un procedimiento indoloro que registra la actividad eléctrica del corazón.