Etapas de la cirrosis hepática

Mucha gente cree que sólo el consumo excesivo de alcohol provoca cirrosis hepática. Pero hay otras formas en las que el hígado puede resultar dañado y dar lugar a la cirrosis. Dependiendo de la causa, la cirrosis puede desarrollarse durante meses o años. No hay cura. El tratamiento pretende detener el daño hepático, controlar los síntomas y reducir el riesgo de complicaciones, como diabetes, osteoporosis (huesos frágiles), cáncer de hígado e insuficiencia hepática. Síntomas de la cirrosis hepática Los síntomas dependen de la gravedad de la cirrosis, pero pueden ser: Causas de la cirrosis hepática Dos de las causas más conocidas de la cirrosis hepática son el consumo excesivo de alcohol a largo plazo y la infección por el virus de la hepatitis C. Sin embargo, hay otras afecciones que también pueden provocar daños en el hígado y cirrosis. De hecho, la enfermedad del hígado graso no alcohólico (“hígado graso”) es la causa más común de enfermedad hepática crónica en Australia. Una pequeña proporción de pacientes con hígado graso también puede desarrollar cirrosis.    La infección por el virus de la hepatitis B es una causa importante de cirrosis en todo el mundo. Cirrosis hepática alcohólica El consumo excesivo y crónico de alcohol es la causa más común de cirrosis hepática. La cirrosis por consumo de alcohol puede desarrollarse a lo largo de muchos años.

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Los médicos no tienen tratamientos específicos que puedan curar la cirrosis. Sin embargo, pueden tratar muchas de las enfermedades que causan la cirrosis. Algunas de las enfermedades que causan la cirrosis pueden curarse. El tratamiento de las causas subyacentes de la cirrosis puede evitar que ésta empeore y ayudar a prevenir la insuficiencia hepática. Un tratamiento exitoso puede mejorar lentamente algunas de las cicatrices del hígado.

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Los médicos suelen tratar las causas de la cirrosis con medicamentos. Su médico le recomendará que deje de realizar actividades como el consumo de alcohol y de ciertos medicamentos que pueden haber causado la cirrosis o que pueden empeorarla.

Si tiene una enfermedad del hígado graso no alcohólico, su médico puede recomendarle que pierda peso. La pérdida de peso mediante una alimentación sana y una actividad física regular puede reducir la grasa en el hígado, la inflamación y las cicatrices.

Si tiene hepatitis C crónica, su médico puede recetarle uno o más medicamentos que han sido aprobados para tratar la hepatitis C desde 2013. Los estudios han demostrado que estos medicamentos pueden curar la hepatitis C crónica en un 80 a 95 por ciento de las personas con esta enfermedad.5

Síntomas de la cirrosis hepática

Si padece una enfermedad hepática alcohólica (ALD), el primer paso crucial es abstenerse completamente de consumir alcohol, ya que el consumo continuado provocará una mayor progresión de la enfermedad. Todos los trastornos relacionados con el alcohol mejorarán al dejar de beber.

El paso más crucial para iniciar el tratamiento del trastorno hepático alcohólico (ALD) es dejar de beber por completo. Desgraciadamente, como el cuerpo se ha vuelto dependiente del alcohol, el cese repentino del mismo puede provocar dolorosos síntomas de abstinencia.

Si tiene ALD, también puede estar desnutrido. La pérdida de apetito y las náuseas pueden haberle impedido ingerir suficientes nutrientes. Aportar suficientes calorías con suplementos nutricionales es muy crucial para su recuperación y curación de la inflamación del hígado.

La cirrosis es el resultado de una enfermedad hepática crónica. Se produce cuando la enfermedad ha destruido el tejido hepático normal, dejando en su lugar un tejido cicatricial no funcional. La cirrosis rara vez es reversible. Hay varias causas, como el consumo de alcohol, la hepatitis vírica, las enfermedades autoinmunes, la exposición a determinados fármacos y toxinas, u otras enfermedades víricas e infecciosas.

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Cuánto tiempo puedo vivir con cirrosis hepática

La cirrosis es una enfermedad hepática grave que lleva a algunas personas a necesitar un trasplante de hígado, pero puede sorprenderle lo que realmente causa la cirrosis. He aquí siete mitos y realidades sobre la cirrosis, sus causas, tratamientos y posibles complicaciones.

Realidad: Es posible tener cirrosis hepática y no saberlo. Muchos pacientes con cirrosis siguen teniendo una función hepática suficiente para el funcionamiento diario de su organismo y no presentan síntomas. La fatiga es un síntoma común de la cirrosis, pero sentirse cansado puede estar causado por muchas cosas. Sólo cuando se produce una disfunción o insuficiencia hepática pueden aparecer síntomas como coloración amarillenta de la piel o los ojos, confusión, acumulación de líquido en el vientre, hinchazón de las piernas y hemorragias.

Realidad: La cirrosis es simplemente una cicatrización grave del hígado causada por diversas “lesiones” a lo largo del tiempo. Esas lesiones pueden tener varias causas, como la hepatitis B o C, los trastornos hereditarios de sobrecarga de hierro o cobre, las enfermedades hepáticas causadas por un sistema inmunitario hiperactivo, la enfermedad del hígado graso no alcohólico o el consumo excesivo de alcohol.

Por Aroa Flores

Hola a todos, soy Aroa Flores y en mi blog personal te ofrezco diversas noticias de actualidad.