Codo de niñera
El codo de niñera es una lesión frecuente en la primera infancia. A veces se denomina “codo de niñera” porque se produce cuando el codo del niño sufre un tirón y se disloca parcialmente. El término médico para esta lesión es “subluxación de la cabeza del radio”.
Dado que los huesos y los músculos de un niño pequeño aún se están desarrollando, normalmente se necesita muy poca fuerza para sacar los huesos del codo parcialmente de su sitio, lo que hace que esta lesión sea muy común. Ocurre con más frecuencia en niños de 1 a 4 años, pero puede ocurrir en cualquier momento desde el nacimiento hasta los 6 ó 7 años.
(Izquierda) Los huesos del codo y del antebrazo mostrados con la palma de la mano hacia delante. (Derecha) Los ligamentos del codo. En los niños pequeños, el ligamento anular puede ser débil, lo que facilita que el radio se salga de su sitio.
El codo de niñera se produce cuando hay una separación parcial de la articulación radiocapitelar. Como los ligamentos de un niño pequeño -los fuertes tejidos que unen los huesos entre sí- no están completamente formados, incluso una fuerza leve sobre la articulación puede hacer que ésta se desplace o se disloque parcialmente.
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Un codo tirado, también conocido como subluxación de la cabeza del radio,[4] es cuando el ligamento que envuelve la cabeza del radio se desprende.[1] A menudo un niño sostendrá su brazo contra su cuerpo con el codo ligeramente doblado.[1] No moverá el brazo ya que esto resulta en dolor.[2] Tocar el brazo, sin mover el codo, no suele ser doloroso.[1]
El codo tirado suele ser el resultado de un tirón repentino de un brazo extendido,[2] que puede ocurrir al levantar o balancear a un niño por los brazos,[2] el mecanismo subyacente implica el deslizamiento del ligamento anular fuera de la cabeza del radio, seguido de que el ligamento se atasque entre el radio y el húmero,[1] el diagnóstico suele basarse en los síntomas,[2] se pueden hacer radiografías para descartar otros problemas,[2] y se debe evitar las posibles causas.
La prevención consiste en evitar las posibles causas[2] El tratamiento consiste en la reducción[2] Mover el antebrazo en posición de palmas hacia abajo y enderezar el codo parece ser más eficaz que moverlo en posición de palmas hacia arriba y doblar el codo[1][4][5] Después de una reducción satisfactoria, el niño debería volver a la normalidad en pocos minutos[1] Un codo tirado es común[2] Generalmente ocurre en niños de entre 1 y 4 años de edad, aunque puede ocurrir hasta los 7 años[2].
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El codo de niñera tiene muchos nombres: codo tirado, subluxación de la cabeza del radio, desplazamiento del ligamento anular. Básicamente, es cuando el codo se desplaza hacia una mala alineación o se disloca parcialmente. Sea cual sea el nombre que decidas darle, la primera vez que le ocurre a tu hijo da bastante miedo. Si no estás presente para presenciar el traumatismo, puede que sólo veas a tu hijo abstenerse de utilizar la extremidad afectada como si estuviera paralizada. Puede que ni siquiera parezca que le duela, sino que llore al intentar tocarle o moverle el brazo. ¿Está roto? Todos los “y si” o las especulaciones sobre lo que podría haber pasado pasan por tu cabeza, junto con la culpabilidad inmediata que sientes si ocurre cuando coges a tu pequeño o estáis cogidos de la mano. Pero te aseguro que no es culpa tuya.
La edad media de aparición del codo de niñera es de unos 2 años y medio. Les ocurre más a las niñas que a los niños y al brazo izquierdo más que al derecho, y es más frecuente en los niños que se encuentran en el percentil 75 de peso. Sin embargo, puede afectar a cualquier niño.
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El codo de niñera (también llamado codo tirado) suele darse en niños de 1 a 4 años. Sus ligamentos (las bandas elásticas que mantienen unidos los huesos) están un poco flojos. Por eso es fácil que un ligamento del codo se deslice dentro de la articulación y se atasque.
Un niño con codo de niñera no querrá utilizar el brazo lesionado porque moverlo es doloroso. Mantendrá el brazo en posición recta o con una ligera flexión del codo. La lesión no será obvia porque el codo de niñera no causa deformidad ni hinchazón.
Una lesión en el brazo o en el codo que provoque un dolor intenso podría ser un signo de fractura de codo (hueso roto) o de una fuerte contusión. Puede ser difícil para los padres saber si una lesión es un codo de niñera o una fractura, por lo que es importante llamar al médico si su hijo se ha lesionado un codo.
En la consulta del médico o en un servicio de urgencias, un profesional sanitario examinará el brazo del niño y le hará preguntas sobre cómo se ha producido la lesión. Por lo general, no se necesitan pruebas especiales para diagnosticar el codo de niñera. Sólo se hacen radiografías si se sospecha que hay una fractura.