Neumonía deambulatoria
La neumonía es una infección en uno o ambos pulmones. Hace que los sacos de aire de los pulmones se llenen de líquido o pus. Puede ser de leve a grave, dependiendo del tipo de germen que cause la infección, de su edad y de su estado de salud general.
Las bacterias son la causa más común. La neumonía bacteriana puede aparecer por sí sola. También puede desarrollarse después de haber padecido ciertas infecciones víricas, como un resfriado o la gripe. Hay varios tipos de bacterias que pueden causar neumonía:
Los virus que infectan las vías respiratorias pueden causar neumonía. La neumonía vírica suele ser leve y desaparece por sí sola en pocas semanas. Pero a veces es lo suficientemente grave como para necesitar tratamiento en un hospital. Si tiene una neumonía vírica, corre el riesgo de contraer también una neumonía bacteriana. Los diferentes virus que pueden causar neumonía son:
Los síntomas pueden variar según los grupos. Los recién nacidos y los bebés pueden no mostrar ningún signo de la infección. Otros pueden vomitar y tener fiebre y tos. Pueden parecer enfermos, sin energía, o estar inquietos.
Neumonía química
El diagnóstico suele hacerse en función de su historial médico reciente (como una operación quirúrgica, un resfriado o la exposición a viajes) y del alcance de la enfermedad. Basándose en estos factores, el médico puede diagnosticar la neumonía simplemente con una historia clínica y un examen físico completos. Para confirmar el diagnóstico se pueden utilizar las siguientes pruebas:
El tratamiento depende del tipo de neumonía que tenga. La mayoría de las veces, la neumonía se trata en casa, pero los casos graves pueden tratarse en el hospital. Los antibióticos se utilizan para la neumonía bacteriana. Los antibióticos también pueden acelerar la recuperación de la neumonía por micoplasma y de algunos casos especiales. La mayoría de las neumonías víricas no tienen un tratamiento específico. Suelen mejorar por sí solas.
Es más probable que tenga complicaciones si es un adulto mayor, un niño muy pequeño, tiene el sistema inmunitario debilitado o tiene un problema médico grave como diabetes o cirrosis. Las complicaciones pueden ser:
Virus de la neumonía
La neumonía puede ser una enfermedad leve o puede ser algo mucho más grave. La neumonía puede poner en peligro la vida, sobre todo en bebés, niños pequeños y personas mayores de 60 años, por lo que es importante acudir al médico de inmediato.
Si usted o alguien a su cargo se está recuperando bien de un resfriado o una gripe pero luego empeora, puede tratarse de una neumonía. Si la persona afectada tiene problemas para respirar, debe acudir al Servicio de Urgencias más cercano.
La neumonía está causada por una infección del pulmón. La mayoría de las infecciones son causadas por bacterias o virus, aunque a menudo no se encuentra la causa. Puede ser desencadenada por un resfriado o una gripe, que permite a los gérmenes acceder a los pulmones.
La neumonía bacteriana puede estar causada por la bacteria neumocócica, llamada Streptococcus pneumoniae. Se trata de uno de los tipos de neumonía más graves y potencialmente mortales. Otros tipos de bacterias que causan neumonía son Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis.
La neumonía vírica está causada por diferentes virus. Los más comunes son el virus de la gripe, el adenovirus humano y el virus sincitial respiratorio. Se cree que aproximadamente la mitad de los casos de neumonía están causados por un virus.
La neumonía es contagiosa
CausaLos virus, las bacterias, los hongos o (en casos raros) los parásitos u otros organismos pueden causar neumonía. En las personas que tienen el sistema inmunitario deteriorado, la neumonía puede estar causada por otros organismos, incluidas algunas formas de hongos, como el Pneumocystis jiroveci (antes llamado Pneumocystis carinii). Este hongo suele causar neumonía en personas con SIDA. Algunos médicos pueden sugerir una prueba del VIH si creen que el Pneumocystis jiroveci está causando la neumonía. ¿Cómo se contrae la neumonía? Se puede contraer neumonía: La nariz y la garganta de una persona sana suelen contener bacterias o virus que causan neumonía. La neumonía puede desarrollarse cuando estos organismos se extienden a los pulmones cuando éstos tienen más probabilidades de estar infectados. Ejemplos de momentos en los que esto puede ocurrir son durante o poco después de un resfriado o si tiene una enfermedad de larga duración (crónica), como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Puede contraer neumonía en su vida cotidiana, por ejemplo en la escuela o el trabajo (neumonía asociada a la comunidad) o cuando está en un hospital o residencia de ancianos (neumonía asociada a la asistencia sanitaria). El tratamiento puede ser diferente en el caso de la neumonía asociada a la asistencia sanitaria, porque las bacterias que causan la infección en los hospitales pueden ser diferentes de las que la causan en la comunidad. Este tema se centra en la neumonía asociada a la comunidad.