Qué éxito tiene la cirugía artroscópica de rodilla
Es posible que la artroscopia de rodilla no mejore el dolor y la rigidez de la rodilla si ya se tiene artrosis. Por eso no suele recomendarse a las personas que sólo tienen dolor de artrosis. Pero se le puede ofrecer una artroscopia si:
Su cirujano utilizará un artroscopio (un tubo metálico delgado que contiene una cámara) y pequeños instrumentos quirúrgicos durante la operación de rodilla. Las imágenes se muestran en una pantalla. Su cirujano o médico puede guardar estas imágenes para mostrarle lo que le ocurre a su rodilla después de la operación.
Antes de la artroscopia de rodilla, se reunirá con el cirujano para hablar de su operación. Esta puede ser diferente a la descrita aquí porque su operación se diseñará para satisfacer sus necesidades individuales. Su cirujano le explicará cómo puede prepararse para la operación con antelación.
Si fuma, se le pedirá que deje de hacerlo. Fumar aumenta la probabilidad de contraer una infección después de la operación, lo que puede retrasar su recuperación. También puede hacer que la operación tenga menos posibilidades de funcionar y que se produzcan complicaciones.
Tiempo de recuperación de la artroscopia de rodilla + muletas
La artroscopia de rodilla, también conocida como “cirugía del agujero de la llave”, es una operación que permite visualizar la articulación de la rodilla a través de dos pequeñas incisiones. En una de las incisiones se introduce una cámara especial llamada “artroscopio”, mientras que en la otra se introducen herramientas especializadas.
Si tiene un desgaste avanzado de la articulación de la rodilla, conocido como artrosis, probablemente el artroscopio no sea para usted. La única intervención quirúrgica que probablemente le ayudará es una prótesis de rodilla. Si tiene una rodilla desgastada pero también tiene un menisco roto o un cuerpo suelto, entonces un artroscopio puede ser útil.
Se realizan dos pequeños cortes en la parte delantera de la rodilla. Los cortes suelen ser de aproximadamente 1 cm de longitud. El primer corte se utiliza para introducir una cámara de vídeo especial en la rodilla. El otro corte se utiliza para introducir instrumentos en la articulación de la rodilla. Muy ocasionalmente se hará un tercer corte si es necesario para insertar otros instrumentos.
Una vez introducida la cámara en la articulación de la rodilla, ésta puede ser examinada a fondo. Se utilizan instrumentos especiales para recortar o reparar desgarros de cartílago, eliminar cuerpos sueltos u otros tejidos, según sea necesario. Durante este tiempo, habrá un flujo de agua estéril a través de la articulación. Una vez que se han tratado las estructuras que requieren atención, se retiran los instrumentos.
La rodilla sigue doliendo después de la artroscopia
Imagínese que va caminando y de repente siente un dolor insoportable en la rodilla. Aunque al principio parece estar atascada en una posición, al cabo de uno o dos minutos puede volver a casa cojeando, pero a duras penas. En la visita al médico, una radiografía es normal, pero los síntomas continúan durante semanas. Se realiza una resonancia magnética y ahora tienes una explicación: un desgarro de menisco. (Dos meniscos -almohadillas cartilaginosas de goma que actúan como amortiguadores- separan la parte inferior del hueso de la rodilla de la parte superior de la espinilla). Un mes más tarde, no ha mejorado a pesar del reposo, los analgésicos y la fisioterapia. Ha llegado el momento de operarse para solucionarlo, ¿verdad? Puede que no.
Si te operas, estarás en buena compañía. Se calcula que cada año se realizan en este país unas 750.000 operaciones artroscópicas de rodilla, con un coste de 4.000 millones de dólares. Entre las razones más comunes para esta cirugía se encuentra un desgarro de menisco que causa dolor intermitente y severo, enganches o bloqueos.
Durante la artroscopia, un ortopedista introduce un instrumento de tubo hueco con una cámara y una luz en el extremo en una rodilla anestesiada. Después de examinar el interior de la rodilla, se pueden pasar instrumentos a través del tubo hueco para eliminar residuos, suavizar los bordes desiguales y cortar el cartílago que está impidiendo la función de la rodilla.
Complicaciones de la artroscopia de rodilla
La cirugía artroscópica de rodilla es una técnica mínimamente invasiva para reparar el ligamento o el menisco de la rodilla. Este procedimiento tan avanzado tiene una tasa de éxito superior al 90%. La artroscopia implica el uso de incisiones más pequeñas y herramientas especializadas para realizar las reparaciones.
La cirugía artroscópica de la rodilla es un procedimiento seguro, sin embargo, existen algunos riesgos asociados a ella. Cuando un cirujano ortopédico considera la posibilidad de recomendar la cirugía artroscópica de rodilla, suele sopesar los beneficios y los riesgos en función de cada caso.
La artroscopia reduce el riesgo de infección debido a las pequeñas incisiones necesarias para el paso del artroscopio. El riesgo de infección de la cirugía artroscópica de rodilla es muy pequeño, y oscila entre el 0,009 y el 0,4 por ciento. Una complicación postoperatoria más grave es una infección profunda en la articulación. Este tipo de infección tiene una tasa de incidencia aún menor que las infecciones superficiales.
El cirujano ortopédico realiza tres pequeñas incisiones alrededor de la parte delantera de la rodilla para realizar la artroscopia. Aunque existe el riesgo de que se produzcan daños en los nervios a causa de la intervención, el abordaje anterior lo reduce en gran medida, ya que los principales nervios y vasos sanguíneos se encuentran en la parte posterior de la rodilla. Pueden producirse daños en los nervios durante la sutura del menisco, por lo que es importante elegir un cirujano con amplia experiencia en la realización de artroscopias.