Agarre del bebé

Los bebés tienen un fuerte instinto de amamantar y sus instintos tienden a ser más fuertes cuando se les sostiene cerca del pecho en contacto piel con piel. Intenta sostener a tu bebé junto al pecho desnudo sin presionarle para que se agarre al pecho. Cuanta menos ropa haya entre vosotros, mejor.

El chupete favorece una succión diferente a la necesaria para un buen agarre al pecho y también sustituye al pecho como principal consuelo. Intenta reducir la dependencia del chupete ofreciendo el pecho y el contacto piel con piel como consuelo para tu bebé. Dejar que el bebé chupe un dedo limpio también puede ayudar a introducir la sensación de piel en su boca como consuelo en lugar de una tetina de silicona.

Los protectores de pezones son pequeñas cubiertas de silicona con agujeros en la punta que se ajustan al pezón. Como el protector de pezón tiene un tacto y un sabor más parecidos a los de la tetina del biberón, puede ser una herramienta útil para la transición del biberón al pecho para los bebés que ya están acostumbrados a él. Puede ser útil probarlo cuando el bebé esté dormido o con un sueño ligero y con el pecho lleno de leche. Extraer un poco de leche en el extremo del protector dará a tu bebé una recompensa instantánea si se engancha. Algunas compresiones del pecho pueden ayudar a mantener el interés de tu bebé si se engancha. Las compresiones mamarias consisten en aplicar una suave presión sobre el pecho para estimular el flujo de leche; asegúrate de mantener los dedos lo suficientemente alejados del pezón para no perturbar el agarre del bebé. Para más información, vea Protectores de pezón: ¿son buenos o malos? y ¿Qué es la compresión del pecho?

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Dolor de pezones al amamantar a un recién nacido

Cuando un bebé se agarra al pecho correctamente, puede extraer más fácilmente la leche materna de tus pechos. Una extracción eficaz es importante tanto para ti como para tu bebé. Permite que tu hijo obtenga suficiente leche para crecer sano y fuerte, a la vez que le indica a tu cuerpo que construya y mantenga tu suministro de leche.

Por otro lado, cuando un bebé no se agarra bien al pecho, puede provocar problemas de lactancia para los padres y el bebé. Los bebés que no reciben suficiente leche pueden ganar peso lentamente o incluso perderlo. Los padres que amamantan a sus hijos pueden sufrir afecciones mamarias dolorosas, como congestión mamaria, obstrucción de los conductos lácteos o mastitis. La eliminación ineficaz de la leche materna también puede causar un bajo suministro de leche materna.

La mayoría de los bebés pueden agarrarse al pecho y amamantarse bien, aunque necesiten un poco de ayuda al principio. Sin embargo, hay algunas situaciones que pueden dificultar el agarre. Si te ocupas de ellas, la lactancia será más satisfactoria y cómoda.

Intenta dar el pecho cuando tu bebé esté despierto, tranquilo y antes de que tenga demasiada hambre. Si tu bebé llora, intenta consolarlo antes de darle el pecho. Abrazar y envolver al niño o trasladarse a un lugar tranquilo y atenuar las luces también puede ayudar.

El bebé se agita durante la lactancia

Cuando un bebé se agarra al pecho correctamente, puede extraer más fácilmente la leche materna de tus pechos. Una extracción eficaz es importante tanto para ti como para tu bebé. Permite que tu hijo obtenga suficiente leche para crecer sano y fuerte, a la vez que le indica a tu cuerpo que construya y mantenga tu suministro de leche.

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Por otro lado, cuando un bebé no se agarra bien al pecho, puede provocar problemas de lactancia para los padres y el bebé. Los bebés que no reciben suficiente leche pueden ganar peso lentamente o incluso perderlo. Los padres que amamantan a sus hijos pueden sufrir afecciones mamarias dolorosas, como congestión mamaria, obstrucción de los conductos lácteos o mastitis. La eliminación ineficaz de la leche materna también puede causar un bajo suministro de leche materna.

La mayoría de los bebés pueden agarrarse al pecho y amamantarse bien, aunque necesiten un poco de ayuda al principio. Sin embargo, hay algunas situaciones que pueden dificultar el agarre. Si te ocupas de ellas, la lactancia será más satisfactoria y cómoda.

Intenta dar el pecho cuando tu bebé esté despierto, tranquilo y antes de que tenga demasiada hambre. Si tu bebé llora, intenta consolarlo antes de darle el pecho. Abrazar y envolver al niño o trasladarse a un lugar tranquilo y atenuar las luces también puede ayudar.

El bebé no quiere tomar el pecho

Una parte importante del cuidado de los pechos durante la lactancia es aprender a retirar al bebé del pecho de forma segura y correcta. Es posible que no tengas que hacerlo a menudo, ya que es probable que tu hijo libere la succión por sí mismo la mayor parte del tiempo. Pero, en las ocasiones en que tengas que hacerlo tú misma, utilizar la técnica correcta te ayudará a evitar dolores y daños innecesarios en tus pechos y pezones.

Cuando el bebé se agarra al pecho de forma correcta, todo el pezón y parte de la areola, la zona de piel más oscura que rodea al pezón, estarán en la boca del niño.  Un buen agarre crea un fuerte sello entre los labios y la lengua del niño y el pecho. Este fuerte sello permite a tu hijo crear la succión que necesita para extraer tu leche materna mientras se amamanta.

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La mayoría de las veces, cuando un bebé termina de tomar el pecho, está preparado para cambiar de lado o simplemente necesita un descanso de la toma, abrirá la boca y se soltará del pecho por sí solo. Sin embargo, puede haber ocasiones en las que tu hijo no se suelte y tengas que ser tú quien se separe del pecho.

Por Aroa Flores

Hola a todos, soy Aroa Flores y en mi blog personal te ofrezco diversas noticias de actualidad.