Cáncer de mama

Hay muchas causas posibles de bultos mamarios no cancerosos (benignos). Dos de las causas más comunes de los bultos mamarios benignos son los quistes y los fibroadenomas. Además, hay otras afecciones que pueden presentarse como bultos, como la necrosis grasa y la adenosis esclerosante. Sólo su profesional sanitario puede diagnosticar su bulto mamario.

Un quiste es un saco lleno de líquido que se desarrolla en el tejido mamario.  Suelen aparecer en mujeres de entre 35 y 50 años y son frecuentes en las que se acercan a la menopausia. Los quistes suelen agrandarse y doler justo antes de la menstruación. Puede parecer que aparecen de la noche a la mañana. Los quistes rara vez son cancerosos (malignos) y pueden estar causados por la obstrucción de las glándulas mamarias.

Los quistes pueden ser blandos o duros. Cuando están cerca de la superficie de la mama, los quistes pueden parecer una gran ampolla, lisa por fuera, pero llena de líquido por dentro. Cuando están en la profundidad del tejido mamario, los quistes se sienten como bultos duros porque están cubiertos de tejido.

El médico puede detectar un quiste durante una exploración física. Puede confirmar el diagnóstico con una mamografía o una ecografía. También es posible que le hagan una aspiración con aguja fina. Se trata de introducir una aguja muy fina en el quiste y extraer líquido del mismo (aspiración). Esto también sirve como tratamiento para esta enfermedad. Una vez aspirado el líquido, el quiste se colapsa y desaparece. Pero los quistes pueden reaparecer más tarde, en cuyo caso simplemente se vuelven a drenar. Los quistes rara vez son cancerosos (malignos).

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Quiste mamario

Los quistes comienzan cuando se acumula líquido en el interior de las glándulas mamarias. Los microquistes (quistes diminutos y microscópicos) son demasiado pequeños para palparlos y sólo se detectan cuando se observa el tejido al microscopio. Si el líquido sigue acumulándose, pueden formarse macroquistes (quistes grandes). Éstos se pueden palpar fácilmente y pueden tener un tamaño de hasta 2,5 centímetros.

La mayoría de las veces, los cambios fibroquísticos se diagnostican en función de los síntomas, como bultos en las mamas, hinchazón y/o sensibilidad o dolor. Estos síntomas tienden a empeorar justo antes del periodo menstrual y pueden cambiar durante las diferentes etapas del ciclo menstrual. Los pechos pueden estar abultados y, a veces, puede notar una secreción clara o ligeramente turbia en los pezones.

El líquido del quiste no necesita ser eliminado a menos que cause molestias. Pero puede drenarse introduciendo una aguja fina y hueca en el quiste, lo que puede hacerse para confirmar el diagnóstico. La extracción del líquido puede reducir la presión y el dolor durante algún tiempo. Si se extrae, el líquido puede volver a aparecer más tarde, pero los quistes también pueden desaparecer con el tiempo. En el caso de los quistes que siguen reapareciendo y causando síntomas, la cirugía para extirparlos puede ser una opción.

Fibroadenoma

Algunos cambios en las mamas pueden ser percibidos por una mujer o por su médico, pero la mayoría sólo pueden detectarse durante un procedimiento de imagen como una mamografía, una resonancia magnética o una ecografía. Tanto si el cambio en las mamas lo ha detectado el médico como si usted lo ha notado, es importante que haga un seguimiento con su médico para que compruebe el cambio y lo diagnostique adecuadamente.

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Ecografía: Procedimiento que toma una imagen (llamada ecografía) del tejido mamario para averiguar si un bulto es sólido o está lleno de líquido (es decir, un quiste). Las imágenes se obtienen mediante ondas sonoras.

Resonancia magnética (también llamada imagen de resonancia magnética): Procedimiento que utiliza un potente imán, ondas de radio y un ordenador para tomar imágenes detalladas de zonas del interior de la mama. Una IRM puede utilizarse para obtener más información sobre los bultos o los ganglios linfáticos grandes que se han encontrado durante un examen clínico de la mama o un autoexamen de la mama pero que no se han visto en una mamografía o una ecografía.

Ductografía (también llamada galactografía): Procedimiento que toma imágenes de los conductos mamarios para que los médicos puedan obtener más información sobre ciertos tipos de secreciones anormales del pezón o masas como los papilomas intraductales (tumores benignos similares a las verrugas). Las imágenes de los conductos mamarios se toman utilizando un material de contraste que se administra mediante una inyección para ayudar a que los conductos mamarios se vean con claridad.

Un bulto del tamaño de un guisante

¿Lo primero que hay que hacer si se nota un bulto en el pecho? No se asuste, dice la radióloga del Memorial Sloan Kettering, Delia Keating: “No debe alarmarse, pero tiene que ser consciente”, dice la Dra. Keating, especializada en la detección del cáncer de mama. “La probabilidad de que sea benigno es mucho mayor que la de que no lo sea, sobre todo si se es joven”.

De hecho, no todos los bultos de la mama son cáncer, y las masas benignas son muy comunes, dice el Dr. Keating. Los bultos que son benignos pueden ser sensibles y sentirse suaves y movibles. También pueden cambiar de tamaño. Sin embargo, la exploración física por sí sola no puede distinguir de forma fiable un bulto benigno de una masa sospechosa. En el caso de las mujeres en edad de someterse a un cribado, esto es así incluso si la mamografía realizada recientemente ha sido negativa. Puede ser necesaria otra mamografía para compararla con las anteriores. La ecografía también es muy útil para caracterizar los bultos en mujeres de todas las edades.El Dr. Keating aconseja a las mujeres que hablen con su médico sobre cualquier bulto nuevo que encuentren, teniendo en cuenta que bien podría ser uno de los siguientes:

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Por Aroa Flores

Hola a todos, soy Aroa Flores y en mi blog personal te ofrezco diversas noticias de actualidad.