Lista de tarjetas inteligentes
Compruebe la dirección y la ruta elegida antes de salir. Asegúrese de que el transporte que elija esté funcionando ese día. Las huelgas de transporte son muy comunes en Buenos Aires. Sobre todo en diciembre, la ciudad se vuelve bastante caótica por las fiestas y el fin de año.
Subte: es siempre más rápido pero también muy concurrido y caluroso durante los días de verano y las horas pico. El sistema de metro de BA tiene 6 líneas, diferenciadas por colores y números. Las líneas E (púrpura) y A (azul claro) recorren el extremo sur de la ciudad, las líneas B (roja) y D (verde) el norte, y las C (azul oscuro) y H (amarillo) recorren el sur/norte y sirven también de conexión entre líneas. Todas ellas terminan en el centro de la ciudad o cerca de él.
Tren: es la opción más barata pero también la menos segura. Lo utilizan sobre todo las personas que viven fuera de la ciudad, en la provincia de Buenos Aires. Hay varios trenes urbanos, pero no se utilizan con tanta frecuencia como los autobuses o el metro. Sin embargo, un viaje común es el tren a Tigre durante los fines de semana o a Retiro durante la semana.
Tarjeta sube
La tarjeta SUBE es una tarjeta azul de plástico magnética, que se carga con pesos, y se utiliza como billete. ¡Lo mejor de todo es que la tarjeta SUBE sirve para todo tipo de transporte público (colectivos, subte, trenes) en la ciudad!
Algunas estaciones de subte también tienen máquinas de autoservicio para cargar la SUBE. Colocás tu tarjeta SUBE en un pequeño soporte, presionás cargar saldo y le das a la máquina la cantidad de pesos que querés cargar.
Si estás familiarizado con los sistemas de metro de otras partes del mundo, el metro de Buenos Aires no es un gran misterio. Encuentre la estación de metro más cercana en el mapa, diríjase a ella, escanee su tarjeta SUBE y ya está listo.
Los autobuses pueden ser un poco más difíciles de usar que el subte. Sin embargo, llegan a casi cualquier lugar de la ciudad. En Buenos Aires, la jerga para “autobús” es “colectivo” o “bondi”, por lo que son dos palabras que conviene conocer antes de visitar Buenos Aires.
Los trenes conectan la ciudad de Buenos Aires con partes de la provincia de Buenos Aires (recuerde no confundir estas dos cosas, ¿verdad?). La mayoría de estas líneas de tren terminan en la estación de Retiro, en el extremo norte de la Avenida 9 de Julio.
Sistemas de transporte con tarjeta inteligente
Una de las ventajas de este cambio es que ha contribuido a acelerar la subida de los pasajeros al autobús. Los usuarios ya no tienen que esperar a que se les expida un recibo impreso al entrar en el autobús. Desde el punto de vista medioambiental, esto debería ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono y nitrógeno, ya que los autobuses no tienen que estar tanto tiempo al ralentí mientras los pasajeros cargan, ayudando a mejorar la calidad del aire en la ciudad[cita requerida]. El billete electrónico elimina los recibos impresos, con lo que se reduce la cantidad de basura en la ciudad. La ciudad, a su vez, ya no tiene que procesar, recoger, contar y transportar las monedas recibidas en el pago de unos 11 millones de viajes al día[1].
El hecho de que la gran mayoría de los usuarios necesiten comprar por adelantado el crédito suficiente para los boletos y pases, incluidos los peajes de las autopistas, incluso para un mes completo, hace que el sistema de la tarjeta SUBE tenga un flotante de varios millones de pesos que permite respaldar financieramente diversas actividades a nivel del gobierno local y, además, los clientes tardaban demasiado en pagar con monedas en una ciudad apresurada con millones de personas. El sistema es administrado por el Banco de la Nación Argentina.
Sube saldo
Una de las ventajas de este cambio es que ha contribuido a agilizar la subida de los pasajeros al autobús. La gente ya no tiene que esperar a que se le expida un recibo impreso al entrar en el autobús. Desde el punto de vista medioambiental, esto debería ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono y nitrógeno, ya que los autobuses no tienen que estar tanto tiempo al ralentí mientras los pasajeros cargan, ayudando a mejorar la calidad del aire en la ciudad[cita requerida]. El billete electrónico elimina los recibos impresos, con lo que se reduce la cantidad de basura en la ciudad. La ciudad, a su vez, ya no tiene que procesar, recoger, contar y transportar las monedas recibidas en el pago de unos 11 millones de viajes al día[1].
El hecho de que la gran mayoría de los usuarios necesiten comprar por adelantado el crédito suficiente para los boletos y pases, incluidos los peajes de las autopistas, incluso para un mes completo, hace que el sistema de la tarjeta SUBE tenga un flotante de varios millones de pesos que permite respaldar financieramente diversas actividades a nivel del gobierno local y, además, los clientes tardaban demasiado en pagar con monedas en una ciudad apresurada con millones de personas. El sistema es administrado por el Banco de la Nación Argentina.