Cómo entender la neumonía y por qué los niños son más

Su médico puede realizar un examen físico y utilizar una radiografía de tórax, un TAC de tórax, una ecografía de tórax o una biopsia de pulmón con aguja para ayudar a diagnosticar su enfermedad. Su médico puede evaluar aún más su estado y la función pulmonar mediante una toracocentesis, la colocación de un tubo torácico o el drenaje de un absceso guiado por imagen.

La neumonía es una infección que provoca la inflamación de uno o ambos pulmones. Puede estar causada por un virus, una bacteria, un hongo u otros gérmenes. La infección suele adquirirse cuando una persona respira aire portador de gérmenes.

En ocasiones, la neumonía puede provocar complicaciones graves, como insuficiencia del sistema respiratorio, propagación de infecciones, líquido alrededor de los pulmones, abscesos o inflamación incontrolada en todo el cuerpo (sepsis). La enfermedad también puede ser mortal, por lo que es importante buscar atención médica inmediata si se experimentan estos síntomas.

Su médico de cabecera comenzará preguntándole por su historial médico y sus síntomas. También le hará un examen físico para que el médico pueda escuchar sus pulmones. Para comprobar si tiene neumonía, el médico escuchará si hay sonidos anormales como crepitaciones, ruidos o sibilancias. Si el médico cree que puede tener neumonía, puede realizar una prueba de imagen para confirmar el diagnóstico.

Un médico explica la diferencia entre neumonía

El diagnóstico suele hacerse en función de su historial médico reciente (como una operación, un resfriado o la exposición a viajes) y del alcance de la enfermedad. Basándose en estos factores, el médico puede diagnosticar la neumonía simplemente con una historia clínica y un examen físico completos. Para confirmar el diagnóstico se pueden utilizar las siguientes pruebas:

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El tratamiento depende del tipo de neumonía que tenga. La mayoría de las veces, la neumonía se trata en casa, pero los casos graves pueden tratarse en el hospital. Los antibióticos se utilizan para la neumonía bacteriana. Los antibióticos también pueden acelerar la recuperación de la neumonía por micoplasma y de algunos casos especiales. La mayoría de las neumonías víricas no tienen un tratamiento específico. Suelen mejorar por sí solas.

Es más probable que tenga complicaciones si es un adulto mayor, un niño muy pequeño, tiene el sistema inmunitario debilitado o tiene un problema médico grave como diabetes o cirrosis. Las complicaciones pueden ser:

Neumonía

Con menos frecuencia, las bacterias pueden causar neumonía. Cuando esto ocurre, los niños suelen enfermar más rápidamente, empezando por una fiebre alta repentina, tos y, a veces, respiración rápida. Entre los tipos de neumonía bacteriana se encuentran la neumonía neumocócica, la neumonía por micoplasma (neumonía deambulatoria) y la tos ferina (tos convulsiva).

Las personas con neumonía vírica no necesitan antibióticos. Los antibióticos sólo funcionan contra las bacterias, no contra los virus. Las personas con neumonía vírica por el virus de la gripe pueden recibir un medicamento antivírico si se trata de una fase temprana de la enfermedad.

Algunos niños pueden necesitar tratamiento en un hospital si la neumonía provoca fiebre alta y duradera o problemas respiratorios, o si necesitan oxígeno, tienen vómitos y no pueden tomar el medicamento, o tienen una infección pulmonar que puede haberse extendido al torrente sanguíneo.

Si tu hijo tiene una neumonía bacteriana y el médico le ha recetado antibióticos, dale la medicación de forma programada durante el tiempo indicado. Mantener las dosis del medicamento ayudará a su hijo a recuperarse más rápidamente y a evitar que la infección se extienda a otros miembros de la familia. Si tu hijo tiene sibilancias, el médico puede recomendar el uso de tratamientos respiratorios.

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Mayo Clinic Minute: ¿La neumonía es bacteriana o viral?

Es posible que asocie la neumonía con escenas dramáticas de películas que implican estancias prolongadas en el hospital, tiendas de oxígeno y familiares susurrando en apuros junto a la cama. Es cierto que la neumonía puede ser grave. Pero lo más frecuente es que la neumonía sea una infección que puede tratarse fácilmente en casa sin tener que ir al hospital.

La neumonía es una infección de los pulmones. Cuando alguien tiene neumonía, el tejido pulmonar puede llenarse de pus y otros fluidos, lo que dificulta que el oxígeno de los sacos de aire del pulmón (alvéolos) llegue al torrente sanguíneo. Con la neumonía, una persona puede tener dificultad para respirar y tener tos y fiebre; ocasionalmente, el dolor de pecho o abdominal y los vómitos también son síntomas.

La neumonía suele estar causada por virus, como el virus de la gripe y el adenovirus. Otros virus, como el virus sincitial respiratorio (VSR) y el metapneumovirus humano, son causas comunes de neumonía en niños pequeños y bebés.

Las bacterias, como el Streptococcus pneumoniae, también pueden causar neumonía. Las personas con neumonía bacteriana suelen estar más enfermas que las que padecen neumonía vírica, pero pueden tratarse con medicamentos antibióticos.

Por Aroa Flores

Hola a todos, soy Aroa Flores y en mi blog personal te ofrezco diversas noticias de actualidad.