Diagnóstico de la artritis reumatoide
Es lo que se conoce como una enfermedad autoinmune. Esto significa que el sistema inmunitario, que es el sistema natural de autodefensa del organismo, se confunde y empieza a atacar los tejidos sanos del cuerpo. En el caso de la artritis reumatoide, la principal forma de hacerlo es con la inflamación de las articulaciones.
La artritis reumatoide afecta a unos 400.000 adultos mayores de 16 años en el Reino Unido. Puede afectar a cualquier persona de cualquier edad. Puede empeorar rápidamente, por lo que es importante un diagnóstico temprano y un tratamiento intensivo. Cuanto antes se inicie el tratamiento, más eficaz será.
Si padece artritis reumatoide, su sistema inmunitario puede provocar una inflamación en el interior de una articulación o de varias articulaciones. La inflamación es normalmente una parte importante del funcionamiento de su sistema inmunitario. Permite que el organismo envíe más líquido y sangre a una parte del cuerpo que está siendo atacada por una infección. Por ejemplo, si tiene un corte que se infecta, la piel que lo rodea puede hincharse y adquirir un color diferente.
Cuando la inflamación disminuye, la cápsula que rodea la membrana sinovial permanece estirada y no puede mantener la articulación en su posición correcta. Esto puede hacer que la articulación se vuelva inestable y se mueva en posiciones inusuales.
Artritis reumatoide amboss
La artritis reumatoide tiene una distribución mundial con una prevalencia estimada del 1 al 2%. La prevalencia aumenta con la edad, acercándose al 5% en las mujeres mayores de 55 años. La incidencia media anual en Estados Unidos es de unos 70 por cada 100.000 habitantes. Tanto la incidencia como la prevalencia de la artritis reumatoide son de dos a tres veces mayores en las mujeres que en los hombres. Aunque la artritis reumatoide puede presentarse a cualquier edad, los pacientes suelen verse afectados por primera vez entre la tercera y la sexta décadas.
El caso típico de artritis reumatoide comienza de forma insidiosa, con un desarrollo lento de los signos y síntomas durante semanas o meses. A menudo, el paciente nota por primera vez rigidez en una o más articulaciones, normalmente acompañada de dolor al moverse y de sensibilidad en la articulación. El número de articulaciones afectadas es muy variable, pero casi siempre el proceso es finalmente poliarticular, afectando a cinco o más articulaciones. Ocasionalmente, los pacientes experimentan un inicio poliarticular explosivo que se produce en 24 a 48 horas. Otro patrón es una presentación palindrómica, en la que los pacientes describen una inflamación en una o dos articulaciones que puede durar de unos días a semanas y luego desaparecer por completo, para volver más tarde en la misma o en otras articulaciones, con un patrón que aumenta con el tiempo.
Síntomas del reumatismo
La artritis reumatoide (AR) afecta a 1,3 millones de estadounidenses y es tres veces más frecuente en las mujeres. Aunque la AR comparte síntomas con otras afecciones, si experimenta alguno de estos signos de advertencia, hable con su médico.
La sensibilidad o el dolor de las articulaciones es uno de los síntomas más comunes entre los pacientes con AR. Aunque hay otros trastornos que pueden causarlo, el dolor asociado a la artritis reumatoide “suele ser simétrico, por lo que afectará a ambas manos y a ambas muñecas”, según el Dr. Gordon.
La rigidez matutina, que puede durar de treinta minutos a dos horas, es otro problema citado con frecuencia. Aunque el síntoma puede confundirse a veces con una lesión, es importante consultar a un reumatólogo si el dolor es inexplicable.
Las manos, las muñecas o los pies hinchados pueden ser un signo de la inflamación que se produce con la AR. “Puede aumentar de tamaño y puede haber líquido en el propio espacio articular. También se puede ver líquido en las rodillas y los tobillos”, dice Gordon.
Sentirse cansado o agotado puede estar causado por muchas enfermedades crónicas, pero cuando se considera en el contexto de otros síntomas, la fatiga entre los pacientes con artritis reumatoide puede ser abrumadora y puede ser la razón por la que muchos acaban acudiendo al médico.
Fiebre reumática
La artritis reumatoide (AR) es un tipo de artritis inflamatoria que afecta principalmente a las articulaciones de las manos, las muñecas y las rodillas, pero puede afectar a cualquier articulación del cuerpo. En algunas personas, la AR puede dañar otros sistemas corporales, como la piel, los ojos, el corazón y los vasos sanguíneos.
Si no se trata, la AR puede causar erosión ósea y deformidad articular. La inflamación también puede dañar otras partes del cuerpo. El riesgo de dañar las articulaciones y otras partes del cuerpo es la razón por la que el diagnóstico temprano y el tratamiento agresivo de la AR son vitales.
Antes de experimentar cualquier otro síntoma de la AR, las personas que la padecen se sienten extremadamente cansadas y sin energía. La fatiga es la respuesta del organismo a la inflamación que afecta a las articulaciones y otras partes del cuerpo. La mayoría de las personas que padecen AR informan de su fatiga, y es uno de los síntomas más difíciles de controlar.
Como síntoma temprano de la AR, el malestar se produce porque el sistema inmunitario se ha vuelto contra los tejidos del cuerpo, atacando las articulaciones y causando inflamación, dolor e hinchazón. Todos estos efectos cansan al cuerpo y provocan malestar.