Guiso de callos

Madrid tiene una gran oferta gastronómica que te espera para ser descubierta. En los restaurantes y bares situados en los barrios más auténticamente españoles de la ciudad (Lavapiés, Chueca, La Latina…), encontrará una gran variedad de comida ,desde recetas tradicionales hasta los platos más elaborados.

En Madrid es habitual salir de tapas. La mejor manera de descubrir la cocina madrileña es pasear por las calles mientras se degusta la comida en los bares y restaurantes que uno encuentra. Hoy en día, las tapas se han convertido en un verdadero arte culinario y en un auténtico placer sensorial. Algunas de las tapas más típicas que encontrará en Madrid son:

Llamadas de ronda

Las personas sin hogar están claramente amenazadas, al igual que los solicitantes de asilo y los trabajadores emigrantes irregulares, que en general no están incluidos en las cifras oficiales; su situación puede impedirles

en las recetas madrileñas más auténticas, como los caracoles guisados, la tortilla de San Isidro, los huevos fritos sobre cama de patatas, el rabo de toro con patatas, salsa de zanahoria y cebolla o el bacalao guisado con huevos.

Pero, ante la crisis, es necesario garantizar la protección sanitaria y alimentaria de los consumidores y los ingresos de los ganaderos, carniceros, triperos y mayoristas, todos ellos víctimas de la negligencia de los poderes públicos, tanto a nivel nacional como comunitario. europarl.europa.eu

La comida callejera es una de las formas más antiguas y auténticas de la restauración, estrechamente ligada a su contexto local. La tradición es muy fuerte en Italia, y cada región cuenta con sus propias especialidades,

Leer más  Claras a punto de turron

La cocina callejera constituye la forma de restauración más antigua y auténtica vinculada al territorio, y en Italia está directamente relacionada con las especialidades regionales: desde las focacce ligures a los

Callos de ternera

Los callos de ternera, que es el revestimiento del estómago de la res, se llaman callos en español. Con ellos se elabora un plato muy tradicional en Madrid, que se sirve en las tabernas y en las mesas familiares desde hace siglos.  Es una comida contundente, perfecta para los días fríos de invierno.

Como todos los platos tradicionales, hay muchas variaciones. Esta receta lleva jamón serrano y morcilla, mientras que otras pueden llevar carrillada de buey y un chorrito de vino blanco. También tiene la opción de añadir garbanzos; aunque no es tradicional en este plato de callos, las alubias espesan un poco el caldo.

Se pueden encontrar callos de buey en la mayoría de los mercados. Hay tres tipos de callos: los de nido de abeja (los más tiernos), los de bolsillo (menos tiernos) y los simples o lisos (los menos tiernos). Si puede, compre los callos alveolados. Esta receta también lleva pata de ternera o de cerdo; cuando la compre, asegúrese de que está cortada por la mitad. El carnicero local puede cortarla en segundos con sus afiladas herramientas.

Los callos son una adición deliciosa a las sopas y guisos, pero si no se preparan correctamente pueden tener un olor desagradable. Es importante limpiar bien los callos antes de cocinarlos. Sumergir los callos limpios en una solución de vinagre y agua puede ayudar a contrarrestar el olor, al igual que hervirlos, escurrirlos y enjuagarlos una o dos veces.

Leer más  Arroz con leche receta facil

Callos Menudos

Se desconoce el origen de este plato en la cocina madrileña, existen recetas del mismo que datan de 1599 que en el libro Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán mencionan el plato de callos como: “revoltillos hechos con las tripas, con algo de la panza de los callos”.  Ya en 1607 Domingo Hernández de Maceras presentó una receta de callos con el nombre: “De manjar blanco de cornos de vaca”.  Es un plato que nació en las tabernas y que acabó con el tiempo en los restaurantes más prestigiosos.

Se raspan los callos con un cuchillo y se cortan en trozos.  Ponerlos en agua junto con la mano de ternera.  Frotarlos y cambiar el agua 2 o 3 veces.  A continuación, póngalos en agua con un chorro de vinagre, unos trozos de limón y sal.  Cuando estén blancos, volver a lavarlos varias veces, hasta que el agua salga completamente limpia.

Poner los callos, los morros y la carne cortada en trozos en la olla a presión, junto con una cabeza de ajos , una cebolla y la zanahoria picada, la hoja de laurel, unos granos de pimienta, sal Y 1/2 litro de agua.  Tapa la olla, y cuando la válvula empiece a girar, cocina durante 45 minutos.  Cuando pierda la presión, ábrela.

Por Aroa Flores

Hola a todos, soy Aroa Flores y en mi blog personal te ofrezco diversas noticias de actualidad.